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Parque Termal de Pedras Salgadas
El nombre de Pedras Salgadas, como el de Vidago, se asocia a prestigio y exclusividad. Sus aguas se sirven en las mesas más exigentes y su conjunto termal está siempre en continua renovación. Lo que nos cautiva en este Parque Termal es esa genuina y cuidada combinación de tres elementos: la naturaleza que nos envuelve, el trato exquisito hacia las construcciones antiguas y las propuestas innovadoras y ecológicas de las nuevas instalaciones.
Si en Pedras Salgadas nos sentimos como reyes es porque fue pensado para a la realeza, en los tiempos de los últimos monarcas de Portugal. Ellos se fueron y ahora somos nosotros quienes disfrutamos de aquel legado.
La entrada de Pedras Salgadas en la historia -e incluso en la leyenda- de los destinos termales internacionales arranca en 1873, cuando sus aguas fueron premiadas en la Exposición Internacional de Viena. Enseguida se forma una compañía para la explotación comercial de la fuente y en 1879 abren al público las primeras Termas de Pedras Salgadas. A su alrededor surgió una oferta turística completa, en buena parte dirigida a las clases más pudientes de Portugal y, en seguida, se construyeron tres hoteles dentro del recinto.
En el siglo XXI el Parque se renueva y se adapta a los nuevos conceptos del lujo, ahora vinculados a propuestas ecológicas. Entre las firmas que han dejado su huella destaca un nombre, el de Álvaro Siza Vieira, el arquitecto luso más internacional y responsable de la reforma del spa termal.
En paralelo al balneario, crece el prestigio del agua embotellada que, tras décadas cruzando fronteras, se puede encontrar hoy en mesas de más de 25 países. La planta embotelladora se sitúa en las proximidades del Parque.
Parque de Pedras Salgadas
5450-140 Vila Pouca de Aguiar